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Buenas perspectivas: La revisión anual de las lentillas

Si te sientes cómodo con tus lentillas, genial, pero más vale prevenir que curar. Por eso, si usas lentillas lo mejor es que acudas a una revisión periódica. Porque incluso aunque todo parezca ir sobre ruedas y a primera vista no haya alteraciones oculares, eso no significa que realmente esté todo perfecto. Incluso las alteraciones incipientes y sus posibles consecuencias requieren tratamiento y desafortunadamente a menudo se detectan demasiado tarde.

Suelen ser los tiempos de uso prolongados y una higiene deficiente de las lentillas lo que causa los problemas, aparte de adaptaciones incorrectas e intolerancias al material. Por eso, los ópticos y oculistas recomiendan acudir a una revisión periódica, una o dos veces al año: para lentillas blandas, mejor dos veces, y para las rígidas por lo menos una. Una revisión de este tipo no suele durar más de 30 minutos. Sin duda, un tiempo bien invertido. Si tuvieras algún problema entre revisión y revisión, te aconsejamos que consultes directamente al óptico u oculista.

El chequeo

Paso 1: Comprobación de tu satisfacción y salud ocular

Lo primero será comprobar que tus ojos estén sanos y si las lentillas han sufrido alguna alteración. Los pasos que seguirá el óptico son los siguientes: para asegurarse de que las lentillas siguen siendo las idóneas para tu estilo de vida, controlará que se amolden bien a tus ojos y realizará una evaluación de la vista. A continuación, medirá la calidad de tu visión y tu graduación, para determinar si ha habido algún cambio y evaluar tu capacidad visual en su conjunto. Para facilitarle el trabajo al óptico, lo mejor es que no lleves más de un par de horas con las lentillas puestas antes de que comience la revisión.

Paso 2: Cambiar de lentillas... o no

Si todo está en orden y no tuvieras curiosidad por probar unas lentillas nuevas, estás de enhorabuena, porque llegados a este punto te podrás ir a casa. Si se hubiera producido algún cambio o si no estuvieras satisfecho con tus lentillas actuales, tu óptico te ayudará a encontrar un producto nuevo. Cambiar de lentillas en principio no supone ningún problema. Lo que viene a continuación, lo recordarás de cuando te adaptaron tus lentillas anteriores. Para que puedas averiguar si toleras bien las lentillas nuevas, normalmente te darán un par de lentillas sueltas que podrás poner a prueba en tu día a día. Pero antes, el óptico comprobará de nuevo si las lentillas en cuestión respetan el equilibrio nutritivo de tus ojos y si dispones de suficiente líquido lagrimal.

Paso 3: control de seguimiento

Para controlar que todo va bien con las lentillas de prueba, a los 7-14 días se realiza un primer control de seguimiento. El óptico comprobará si ha habido alguna alteración en los ojos, si las lentillas se ajustan correctamente y si las toleras sin problemas. Si tanto tú como el óptico estáis satisfechos con el resultado, tendrás la próxima cita de seguimiento a los 6 o 12 meses.

Guía de lentillas

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